Guia`para vender el alma..

1.- Sobre la mesa, extiende tu alma, como cualquier mercancía, examínala a fondo.
2.- Revisa si está sucia, manchada o percudida.
3.- Fíjate si está rota, rasgada, corroída ¿ está completa ?
4.- Piensa, analiza ¿ te da orgullo o vergüenza ofrecerla en venta ?
5.- Tú ¿ la comprarías en ese estado ?
Si ya te decidiste, te informo que no se compran almas en ese estado. El odio, el resentimiento, la ira, la envidia, en fin, son muchas las causas por las que las almas se deterioran tanto. Pero como es tu decisión, te diré cómo en seis semanas puedes venderla bien cotizada.
Empezaremos ¿ se manchó de envidias, mentiras, chismes, malas acciones ? pues comienza a desmancharla, con gran generosidad y si puedes con reconciliación para quien hayas ofendido, te va a costar mucho trabajo pero creo que tu prepotencia y soberbia también la han percudido bastante, tienes que ser más humilde y comprensivo, la paciencia quitará muchos manchones y también lágrimas de sincero arrepentimiento harían maravillas, tienes que tallarla diario y ponerla a secar con la luz de la esperanza y la fe.
Bueno ¿y los agujeros qué? analízala, está rota por el desamor o carcomida por el rencor, quizá la desgarró la ira o el resentimiento, no importa que fue, hay que repárala. Toma tu aguja personal que se llama oración y toma una hebra del hilo del perdón y ve reparando los agujeros, quizá la primera vez no te quede bien, pero recuerda que no se admiten parches, ni zurcidos mal hechos; practica diario y verás que bien te queda, recuerda tienes seis semanas para practicar la oración y el perdón. Pasado ese tiempo quizá sientas cierto orgullo y quizá ya no quieras venderla pero si sigues decidido a hacerlo vamos a revisarla una vez más. Pero ¡ oh ! sorpresa te dije no manchas, no parches y mira en la parte del corazón tiene un parche, no, no lo es, es una etiqueta que dice: alma humana, composición: 100% divina, medida: unitalla, país de origen: el cielo, Derechos de autor reservados, recomendaciones: cuando no se use devuélvase a su legítimo dueño y creador, no negociable.
Oye ¿cómo pretendías vender algo que no te pertenece? Bueno de todos modos no creo que quieras venderla ahora ni nunca y ojo: si tu alma quedó como al principio, en un estado deplorable y raída, te informo que la regalaste a cambio de nada desde mucho antes de pensar en venderla.