Aunque no lo sepas

Un día, hace muchos años, inventé mi propio país de los sueños. Era un precioso paraíso, con infinitos mares, preciosas e hipnóticas lagunas y una enorme luna llena.

Y hoy, quiero invitarte a que vengas conmigo. Sí, tú, aunque no me leas, aunque no lo sepas. Cierra los ojos, sueña conmigo...

Mira cómo bailo para ti. Déjate llevar. Oye el silencio. Baila a su son...un, dos, tres, un, dos, tres...

¿Nadas? Desnúdate. Deja que el agua nos acaricie. Acaríciame. Déjate acariciar. Bésame. Déjate besar. No dejes de hacerlo nunca...Abrázame. Una vez más. No, no me sueltes todavía...te necesito.

¿Por qué yo? - me preguntas. Porque sí. Porque sacas todo lo mejor de mi. La dulzura escondida, la pasión reprimida, la bondad más absoluta y la sonrisa más sincera.

Ahora cierra los ojos de nuevo. Tienes que volver. Mañana habrás olvidado mi mundo de sueños, porque elegiste no quedarte. Y me duele. Y te duele. Te aprecio. Me aprecias. Pero no entiendo por qué para uno de los dos no es suficiente. No, no soy yo.

¿Ves dónde te dejo la llave?Sí, ahí, justo donde sangra mi corazón, en esa herida abierta por tu marcha. Un día se cerrará. Mientrás tanto es tuya. Te espero. Te deseo. Si, lo sé, todavía no aprendí a decir te quiero. No, no me atrevo. La próxima vez que vengas, sale?